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lunes, 26 de diciembre de 2011

¿La vida es dura?


Le observaba fijamente desde el otro lado de la calle. Estaba sentado en aquella escalinata de piedra, con la cabeza entre las piernas y las manos tapándose los pocos huecos que dejaban su cara, deprimida y amargada, al descubierto. Me imaginaba aquella escena en blanco y negro, sacado de alguna película grabada en una de las numerosas calles sin color de Nueva York. Para él, aquel pobre hombre abatido y apesadumbrado, el tiempo pasaba despacio, como queriendo burlarse lentamente de una eterna agonía que no le dejaba en paz, que le hacía morir poco a poco. ¿A qué se dedicaba?, es la pregunta que me hacía yo. No paraba de repetírmela, intentado hallar una respuesta en algún gesto que se le escapase y dejase entrever en que malgastaba su tiempo.

Egocéntrico asqueroso; se consideraba así cada vez que reflexionaba… o bebía. No esperaba encontrar ninguna luz que le salvase. Él estaba condenado a saborear la soledad por el resto de sus días. Era de esos que a la luz de un candil, encerrado en una habitación vacía y destartalada, soñaba con romper las paredes y encontrar su libertad, deseo que anhelaba, pues no siendo libre el hombre muere ante el hombre. Aquello me recordaba a un invencible caballero y su deseo de vivir en paz, quizás, un “príncipe de los ingenios”.

Mediocre hombre, que cae en la debacle de pensar que todas las noches tendrá un buen sueño, y que ese sueño algún día se cumplirá. “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”, y es pues el diablo quien se ríe de él, escondido en una esquina, observándole, como yo ahora mismo, planeando que hará con la alma de otro descarriado que piensa que la vida finalmente, es una desgracia tras otra.

Era escritor, me dijeron tiempo después, de estos que viven la vida para plasmarla en un papel y rociar la tienta sobre él con trazos lentos, firmes y decididos. A cada palabra que escribía llevaba consigo una pequeña parte de su ser, tal vez este era el motivo por el cual decían que su rio de sentimientos se desbordaba con facilidad, ayudado por su inevitable obsesión en reproducir con un apenado estilo su tosca melancolía. Su fiereza era el cuervo de Poe, su desvariar el péndulo de Bécquer, su locura la bravura con que el pirata sacudía el yugo del esclavo al dar por sentenciada su vida.

Quizás nunca llegó a entender que la vida no es dura. Es dura para los huérfanos, para los esclavos, para los que viven con la guerra llamando a sus puertas. Pero para él, la vida es un pastel, con trozos amargos.



domingo, 18 de diciembre de 2011

El asiento de los filósofos


Las bisagras chirriaron cuando empujé la puerta. Un olor a cerrado me inundó las fosas nasales en cuestión de segundos y mi vista se tuvo que acostumbrar a la leve luz tenue que inundaba el ambiente. Estaba claro, las noches nunca cambian y menos todavía en aquel lugar. Saludo a un par de personas conocidas, viejos camaradas de historias increíbles.
Me dirijo hacia la barra cuando me percato que a mi izquierda hay alguien sentado que me resulta familiar.
-De todas las personas con las que me podía encontrar esta noche, vas y eres tú le elegida- me dijo, sin moverse de su sitio.
-bueno, a veces nuestros pasos nos llevan al mismo lugar porque puede existir un motivo-le respondí, sentándome junto a él.
-¿Y cuál es hoy?-
-Teníamos que hablar y lo sabes, ya me lo dijiste- le dije mientras el camarero, atento de mi persona, me sirve el whisky más antiguo que tiene.
Un largo silencio siguió a la conversación, los dos nos quedamos mirando al frente, como si el otro esperase que su amigo comenzase a hablar.
-¿Eres feliz?- le pregunté.
-Sabes cuántas veces me han hecho esa pregunta a lo largo de mi vida… Ni yo mismo lo sé, pero te diría que muchas.
-Entonces es que ya se ha quedado antigua.
-sabes tú cuánta frustración se puede llegar a tener…
-… por dar continuamente, pero nunca recibir-le dije completando su frase- Sí, creo que sí, demasiados años haciendo eso, ¿y sabes qué?, que tienes razón, nunca nos han tratado bien.
-Lo que pasa es crees que puedes cambiar el mundo intentando que se parezca a lo que tú quieres, y eso amigo mío, es imposible- me dijo, mirándome fijamente, sin volver del todo la cabeza.
Una carcajada salió de mi boca, había dado en el clavo, a menudo lo solía hacer, pero siempre me reía. “Que el enemigo descubra como eres te dejará al descubierto, pero que tu amigo lo haga te dejará completamente desnudo”, eso era algo que siempre oía decir.
-No hay remedio, podemos estar toda la noche aquí que las soluciones no vendrán con los rayos del sol, siempre hay problemas que nunca se irán.
Él siguió en silencio, como si buscase algo entre sus pensamientos.
-Hay que demostrar que uno debe ser fuerte, y así es como se hacen las cosas. Hay que luchar, sobreponerse a lo que uno piensa que jamás superará. Eso es lo que voy a intentar, porque esta vida es mía y solo vivimos una.
-Una vida sin causa, es una vida sin efecto…



lunes, 12 de diciembre de 2011

Cobardes


Demasiadas mentiras,
se acaban convirtiendo en vicio.
Construyendo futuras ruinas,
¿Quién se salva del precipicio?.

Tantos años engañados,
nuestros actos nos describen.
Que no te falte valentía,
las protestas también se escriben.

Lo dijo el tiempo en su momento,
Ni confianza, ni sueños de arena.
Las verdades sangran.
Qué te falta entender, princesa.

Amigo, cantaremos protestas
debajo de noches como esta.
No sufras, no te engañes,
cobarde será aquel que no te extrañe.

Amigo, nos toca ser felices,
porque pasamos demasiadas noches solos.
Que tu camino sea largo,
aunque solo quedemos unos pocos.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Pensar, reflexionar...


Hacía tiempo que no volvía, que no me dejaba caer por allí. Lo tenía un poco abandonado, quizás por mi irreverencia a estar en sitios donde no soy bien acogido. Pero esta noche todo me daba igual, llevaba recuerdos queriendo sacarlos del bolsillo desde la última vez que entré, porque me parecía el mejor lugar para estar, amparándose de esta lluvia nocturna y puñetera que lleva mojando horas las pocas ilusiones que tenía de pasármelo bien.

Me siento, es el lugar de siempre, donde se tiene una perspectiva bastante buena del todo el bar. Es curioso y siempre me gusta comentarlo la extraña sensación de que aquí las cosas se ven del revés, que no deja de ser metafórico. Las alfombras en el techo, granates y de terciopelo suave, gastadas por el tiempo que llevan volando en lo más alto que les puede permitir el bar; un suelo formado por trozos de baldosas, con formas y colores diversos, como un mosaico de ideas abstractas.

Me dejo llevar por el ambiente, recuerdo que llevaba algo en los bolsillos, lo saco y lo miro con cautela, como si esperara algo inesperado, como si ese algo me produjese dolor, por el simple hecho de recordarlo. Suspiro, pienso –esta no es la vida que llevaba antes-, reflexiono- con cuántas gotas de esta maldita sangre que me recorre las venas bastarán para contar mis prejuicios, mis errores, mi condena incierta y poco amarga-.
Quizás, no me encuentre en este camino, no sea más que la dulce zozobra del viento que impide la navegación de las ilusiones y deseos, la temida ola que engulle sin razón aparente los corazones apostados tranquilamente en la playa. Vivo porque tengo que vivir pero dejo que mi existencia, amarga soledad de la noche, recorra con lloros en vez de lágrimas esta playa sin arena, sin mar, sin nada. Abandono, hace tiempo que renuncié a pensar que la vida me podría dar algo que yo no buscase o no quisiese buscar, pues no había nada mejor que hacerse buscador de uno mismo, en un desierto inmenso como es el alma humana.

Vuelvo con tremendo pesar a la situación presente, las alfombras en el techo, las baldosas con mosaicos, la vida entera delante de mí… Guardo con sumo cuidado en el bolsillo ese algo que me hizo recordar, ya solo me queda pensar, reflexionar, encontrarme ahora…

No, no abras la puerta, no entres, pues me quedé solo escribiendo en esta soledad maldita, sin causa ni razón por la que quedarme despierto, lamentando cada palabra, cada letra de esta…, mi existencia.

domingo, 27 de noviembre de 2011

La vida es...

La vida es un silencio,
una puerta sin abrir,
un sentimiento mutuo,
diez poemas escritos en abril.


Es un dolor mudo,
un rincón, en mi cuarto, oscuro.
Es un llanto efímero,
que al respirar se volvió inoportuno.


Es una risa al otro lado de la pared.
una ciudad que no se deja comprender.
Es el reflejo de tus ojos, mi mirada,
las gotas que mueren por llorar en mi ventana.


Es una noche con los días contados,
la esperanza sujeta en las manos.
Son dos caras de risa y tragedia,
el sueño que nunca se entierra.


Un verso escondido bajo una piedra,
el viento que acaricia la hierba,
un oasis en medio del desierto,
un vagabundo del tiempo.


Es un amor de quince millas.
Es un preso de la muerte.
Es un río que arrastra 
los deseos que no quieres.


¿Qué es la vida?
Gota efímera de agua pura.
Rayo de luz infinita.
Verde prado que respira.
Alma que de penas cura.

martes, 22 de noviembre de 2011

Bicho

Les pondré en situación. Esto era un viernes, no quizás como otro cualquiera, pero si de los que habitualmente empiezan a ser comunes. Era de madrugada ya, estaba perdido por algún suburbio de mi ciudad, se oía la música retumbar cerca de donde estaba. Parado, con un frío que me helaba el alma, sin nada con que abrigarme, y por si fuera poco, estaba lloviendo. Una fina lluvia mojaba la calle en la que estaba, no se hacía notar mucho, era tímida, pero llevaba tiempo asomada. Y recordé una cosa que leí hace mucho tiempo, una historia, una pequeña y diminuta historia mezclada con una reflexión que se me quedó grabada en la memoria. No la olvido desde entonces, y en ese justo momento, me sentí como la persona que protagonizaba aquella historia...


http://doubleamenestadopuro.blogspot.com/2010/11/taxi.html




Este blog que les muestro no merece la pena ser visto ni leído, merece la pena ser sentido y vivido, yo he descubierto cosas muy impresionantes en él, igual a ustedes les pasará lo mismo. Muchas Gracias.

martes, 15 de noviembre de 2011

El mapa mundi de los besos


Y como un cobarde huyó
ese último rayo de sol
entre las telas de tu cortina,
y ese último beso, nos lo robó.

Y ahora pinto tu cara bonita
entro los huecos oscuros de las estrellas.
Porque este corazón está cansado de suspirar,
y suspira su último verso.

Y quien nace sabe que muere,
que deja esos ojos atrás,
que bajo el cielo azul del mar, no quiso dejar de mirar.

Y como quien quisiera,
miraba esas luces que brillaban en la oscuridad,
suspiraba ese aire, de amarga felicidad,
recordaba ese beso, que nos quisieron robar.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Año I


Bueno, quizás a todos ustedes tenía que decirles que uno es necio porque es incapaz de hacerse una promesa a sí mismo, pero así es la vida, juega contigo y además se ríe por cada pena que te recorre el rostro. Fingiré que fue una carta que escribió mi yo del pasado. No conforme con la situación vivida, quiso cerrar el garito donde tantas noches ha abierto sus días. Nadie me enseñó a cumplir las normas que uno se impone a sí mismo, quizás por eso me considero un escritor libre, dentro de lo que cabe. Quemaré esa servilleta manchada. Curaré si cabe ese maravilloso corazón que aun que esté cansado latirá como si fuese un último suspiro fuerte y decidido, pues no hay mejor manera de enfilar la vida cuesta arriba. 

Si mal no recuerdo, este blog de notas mentales y escritas lleva ya un año funcionando, con sus reflexiones y sus historias, y sobre todo sus poesías, porque las poesías en realidad solo sirven para ahorrarte el dinero en psiquiatras y para rellenar los trozos en blanco de tu alma.

Porque desgraciadamente las noches a veces me suenan a esa melodía que te enamora, que te deja prendado inevitablemente, que te saca de tus sueños para meterte en otros. Son esas noches que se deben aprovechar, si no, se mueren, dejan de usarse, desaparecen de nuestras vidas, se deprimen en algún rincón, lloran allá donde vayan, y un buen día, nadie se acordará de ellas. Esa melodía, a veces aparece, solo en las noches, solo…, cuando la luz termina.

domingo, 30 de octubre de 2011

Hasta pronto ;)


Entro de nuevo en el garito donde tantas noches he cerrado el día, donde tantas otras he compartido mis penas, mis glorias, mis alegrías… Todo aquello que puedo mezclar con un poco de lo que quema los recuerdos. Me siento en mi sitio de siempre y pido lo que siempre pido. En un arrebato pequeño de inspiración, agarro una servilleta, la única que no estaba manchada, y saco el boli con que describo las soledades que me acompañan por las calles, en noches como esta.
“Me remonto a lo que cité hace ya tiempo, -o uno lleva la vida hacia adelante, o la vida se lo lleva uno por delante-, y es así y es verdad. Quizás sea hora de parar, de descansar un poco. Porque cuando el corazón sufre con cada latido, si cada palabra sangra más que la anterior, escribir se vuelve un rio de dudas que te aprisionan y no te dejan vivir.
Y este corazón como dice Sabina, está podrido de latir. Quizás si quisiera que el tiempo me convirtiese en el vago recuerdo reflejado en un trozo de mármol, que mi polvo sea el que alimente estás calles ya ensuciadas por el veneno que se cuela entre los recodos de las baldosas, que si muero…, prefiero que sea en verso. Volveré a coger ese cuaderno de las inspiraciones. Apuntaré cada mes de ausencias para que nadie me los robe. Dejaré que la vida me lleve por otros caminos, los que ella decida, porque este mundo es muy grande, y solo quiero un trocito de él. Hasta pronto.”

miércoles, 19 de octubre de 2011

La canción maldita


Las poesías solo sirven para ahorrase el dinero en psiquiatras y para rellenar los trozos en blanco de tu alma.
Seguro que me dejé alguna canción maldita a la deriva en este mundo, o alguna reflexión mojada en el suelo...
O simplemente algún verso, perdido entre las páginas que componen el tiempo.

domingo, 16 de octubre de 2011

Italy II (Florencia)


Princesa, ¿qué fue de tus sueños?.
Princesa, ¿quién derruyó tu palacio?
Quién de este mar de ilusiones te ha sacado.

Ruegas con tu mirada que
el mundo no se te escape,
que de tus ojos no salgan
lagrimas vestidas de sangre.

Tal vez, desde el cristal
no valga la pena esperar.
Quizás, en esta noche
no hay luna llena que contemplar.

No te dejes tus sueños
en el camino.
No cojas senderos
que no lleguen a tu destino.

Quita la cortina, sal de esa prisión.
Deja que este paisaje, te llegue
al corazón.

sábado, 15 de octubre de 2011

Italy I (Venecia)


Creí que todos mis sueños
se construyen con arena.
Que todos mis versos
se quedan siempre a la vereda.

Defecto de tener esta alma
que me mantiene y no quiero.
Pensé que los problemas que el viento alejó,
los llovió el cielo.

Aprendí que en los lares
de la eterna vida,
no hay calle que por muy larga que sea,
no tenga una esquina.

No serán estas canciones de primavera,
no será que a veces estoy soñando,
no será que a veces cuando nos miramos,
buscamos lo invisible en el fondo de un vaso.

Y de esa fina línea que acompaña al horizonte,
nacen nubes pintadas de oleo.
Y allá donde dejé que el infierno quemase mis penas,
me di cuenta, este mundo no está hecho para mí,
que solo me queda, escribir.

jueves, 6 de octubre de 2011

El sofista que debía aprender a observar

Lo que les presento ahora, en cierto modo, es una conversación entre dos amigos, una normal, cualquiera. Sin embargo, incluso de las palabras mas banales e insignificantes, si lo construyes bien, te sale algo tan maravilloso como esta "fábula" que escribió mi amigo Alejandro Escalzo Linares.


- ¿Y tú qué ves aquí?
- ¿Yo? Una manzana
- ¿Y allí?
- Un árbol, como tantos a su alrededor.
- ¿Por qué hay cosas que ves igual que yo, y cosas que ves mejor?
- (risas)
- No te rías. ¿Es que tienes algún tipo de gafas que te permitan ver las cosas mejor?
- Te equivocas amigo, yo no veo las cosas mejor que tú, las veo diferentes.
- ¿Por eso ella no me quiere?, ¿Por qué me ve diferente a los demás?
- No te ve diferente, tú a ella la ves de una manera, y ella a ti de otra.
- Esta ceguera me está haciendo la vida imposible.
- Para eso estás aquí, para aprender a observar.
- Se intentará...
- No lo intentes, hazlo, o no lo hagas.
- Pero es imposible no rendirse alguna vez. Si viera todo igual que tu sería todo mucho más fácil.
- Lo que intento decirte, joven e inexperto amigo, es que, cada uno ve el mundo a su manera, y eso es algo que no puede copiarse. Solo tú debes aprender a mirar, y hallarás las respuestas que buscas.
- ¿Y cómo lo hago?
- Experiencia joven, sabiduría y experiencia.
- Las experiencias no me gustan, me producen dolor y sufrimiento.
- Solo una cosa es más dolorosa que aprender de la experiencia, y es... no aprender de la experiencia.
- ¿Estás intentando decirme qué tendré que cometer innumerables errores a lo largo de mi vida, de los cuales me arrepentiré, para aprender de ellos?
- Aprende de los errores muchacho, y enfila hacia el futuro con ganas y fuerzas, pues solo tú sabrás como enfrentarte a los problemas que el mundo te planteará.
- Muchas gracias por enseñarme, de verdad.
- No, muchas gracias a ti, por aprender de las dificultades.

lunes, 3 de octubre de 2011

Gracias, estés donde estés, gracias...


Alberto, te parecerá  que lo que te hace más feliz no es muchas veces exactamente lo mejor para ti, pero eso va a ser lo que te haga levantarte cada mañana, va a ser tu pasión y también tu debilidad, tú tienes que buscar el equilibrio.
Con los años, mi conclusión es que la felicidad no existe (como estado permanente), hay momentos felices y algunos caen del cielo... Es una cuestión de actitud ante la vida y hay que aceptar que tendremos momentos buenos y malos y que ésto es preferible a la monotonía. 

domingo, 2 de octubre de 2011

Por las calles del mundo...


Esta noche imaginé pasear por las calles de Paris, con la luz de las farolas marcando mi camino. Y en el fondo del vacío, un sonido, un dulce y grácil sonido, profundo, como los boleros que tocaban en los atardeceres junto al Sena. Caminé mientras intentaba encontrarme, o quizás, sin pensarlo mucho, me alejaba un poco más de mí, y disfrutaba mientras, de repente, desaparecía bajo una cortina de humo intensa que me tapaba el camino…

Esta noche soñé recorriendo por los paseos de Rio, en una frágil noche, pendiente el tiempo de si se rompía el fino hilo de lluvia, y que volviese a llover sobre mojado. A los lados del paseo, como sin quererlo, un pianista dejaba escapar de sus manos las notas que dejaban escritas una bossanova en el cielo, y mientras, bailaba ya con la lluvia bajo mis pies, sonriendo. Y de repente, la imagen se emborronaba, y a lo lejos se sembraba otra imagen…

Esta noche decidí sacar unos acordes de pequeño calibre, pero acertados, por los bulevares de Nueva Orleans, susurrando con la guitarra un Jazz perdido y triste en algún rincón de este mundo. Y a lo lejos, distorsionando el sonido ambiental, un acordeón y un contrabajo hacían migas charlando en La menor.

Sucumbido, olvido las avenidas, olvido que este verano se acaba y el otoño llena de hojas los suburbios del corazón. Vuelvo a casa y dejo, esta vez sí, que el mundo sueñe por mí.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Melancolía, noche y día.

Maldita noche,
me has dejado al amparo de la soledad.
En este camino la luz
solo es oscuridad.

La lluvia difumina las calles,
los sentidos se terminan de apagar.
Dejo que este mundo injusto
me termine de rodear.

Las estrellas me sirven de guía,
la luna se decide a acompañar
las huellas que voy dejando
en este camino a la eternidad.

Y me dejé el corazón guardado,
en el fondo de un cajón.
Y me dejé mil versos escondidos,
en cada rincón.

Saqué del bolsillo ese recuerdo,
me dejé en el alma una pena,
cada gota de esta lluvia
se perdió en la arena.

No es cada paso que doy,
es cada pisada que dejo atrás.
Por hoy ya está bien.
Buenas noches, soledad.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Remember

Alguna vez, inevitablemente, nos damos la vuelta para ver el pasado y recordar que otros tiempos fueron mejores, que la sonrisa pernoctaba en nuestra cara, que los días sabían a gloria, que las calles corrían contigo en una mañana de dulce despertar. Siempre me gusta decir que no debemos arrepentirnos de nuestros errores, por muy fatídicos que hubieran sido, porque, en aquel momento en el que los cometimos, hacerlo nos pareció la mejor opción. Pero a veces es inevitable volverse y decir que hubiese pasado...si todo hubiese sido distinto. 
Son momentos que no deseas recordar pero la espina sigue clavada, el daño ya está hecho, sabes que ese dolor seguirá ahí y no podrás quitártelo y el único remedio que ves es llorar, llorar para intentar suavizar esa sensación, de que el pasado te pisa los talones y te recuerda que sigue ahí, que no se ha ido, que no se irá nunca.
Pero delante siempre se tiene un futuro, otro día de gloria, otra sonrisa que pernoctará, otro dulce despertar, porque, como dicen los buenos cantantes -la mejor canción está por escribir-. Y a veces me digo eso, hubo buenos momentos en mi vida, pero el mejor, aún está por vivir.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Cartas retóricas


De miradas no se escribe una carta,
de silencios no surge el amor.
Aquí está todo lo que dijimos
Pero el viento se llevó.

Suenan los llantos de una canción pérdida,
de un acorde menor que vuelve gris el día.
No me acuerdo de dónde escribí esto,
no recuerdo donde dejé cada beso.

Un viaje sin retorno rumbo a la inspiración,
Aquello que el mar bajo mis pies no se llevó.
Recorrí ciudades escribiendo versos,
La libertad dejó de consumirme, dejó de ser un peso.

Y ahora no vivo sin ti, vivo porque vive tu recuerdo,
Como aquel que a lo lejos, dejó el grito en el cielo.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Deambulo en las noches

Deambulo en las noches,
soy peregrino de las calles,
colecciono lo que queda…
poco de mí en los bares.

No me dedico a robar
ni siquiera amores sin razón.
Quizás solo algún beso
que me anime el corazón.

En el cielo ya no quedan
esas estrellas que miraban,
con tristeza en los ojos,
como mis penas arrastraba.

Soy el lobo solitario
que a la luna aullaba
por quedarse un rato más
por sentir que el tiempo pasa.

Quizás muera,
quizás no,
Ahora mi alma está en paz.
Y solo creo, que me queda, solo creo,
olvidar.

domingo, 21 de agosto de 2011

A dónde vas


¿A dónde vas?
perdido por ese barrio oscuro y gris,
que recorre tu alma
y dejas de ser feliz.

Tu voz guarda silencio.
Tus labios a veces callan.
Es mejor dejar pasar el tiempo
y fingir que todo pasa.

Y a lo lejos se divisa otro
amanecer.
El sol agotado quiere volver
a ver.

¿A dónde voy?,
cansado de esperar
por este barrio gris.
Y todo sucede.
Y nada acontece.
Y el mundo volverá a sonreír.

viernes, 19 de agosto de 2011

El sol escrito


El sol caía inevitablemente hacia la cúspide de lo visible, hacia más allá del horizonte. Moría a cada rato mientras a su paso dejaba sus últimos alientos de calor, sus ya pequeños rayos que deshacían el atardecer y se convertían en una noche imperturbable y mezquina. Desaparecía para quizás, quién sabe, volver a renacer dentro de un tiempo, pero aún quedaba mucho para ello. Las últimas ráfagas de luz recorrían las hojas del libro, dándole un color pergamino antiguo y olvidado. Las dejaban impregnadas de un halo mágico de misterio, como si ese atardecer que se convertía poco a poco en anochecer formara parte de la historia que por sus páginas transcurría.  El cielo cogía a cada rato un color más oscuro, mientras por él se deslizaba lo poco que quedaba de ese día, desvaneciéndose lentamente en una neblina de incertidumbre frialdad. Ya casi ni se veía, el calor abandonaba el aire dejando paso a un frío glaciar que se apoderaba de este mientras se imponía un reinado efímero  dejando caer sobre la tierra una manta negra y cubierta de estrellas brillantes y planetas lejanos.
Desaparecía en el horizonte como una gota cuando se estrella en un mar inmenso. Estiraba mi cabeza para poder observarlo una vez más y sentir su calor apacible antes de dejar paso a la noche. Cuando por fin sucumbió a una muerte escrita, comprendí lo solo que había estado, y lo solo que estaba ahora. 

martes, 9 de agosto de 2011

Volveremos

El cielo se cae,
las nubes se cierran.
las gotas pasan
por mi cara muy cerca.


Que lejos ya quedan 
aquellos recuerdos,
que guardo en mi baúl 
de los pequeños momentos.


Esas risas
que nunca se apagan.
Los amigos son siempre
la virtud del alma.


¿Qué nos queda por ver?,
volveremos a ser viajeros.
Contigo siempre,
compañero.




jueves, 28 de julio de 2011

Prisionero de tus miradas

Me quedé prisionero, entre
los resquicios de tu falda.
Tu sombra se alargaba,
como palabras en el viento.


Tu sonrisa fueron hechos. 
Tus miradas de algodón, 
en tus ojos pude ver
qué llevo en el corazón.


Los abrazos son ilusiones,
en atardeceres que extrañábamos.
Nunca huyó el sol,
mientras nos amábamos.


No creí en el destino,
no hubo casualidades,
las heridas se me cerraron,
se esfumaron las vanidades.


Soñé que me encadenaba
a tus sueños de papel.
Haría que se cumpliesen
con un beso al amanecer.


En los bolsillos vacíos
metimos los buenos momentos,
solo nos alimentamos
de nuestros deseos.


Serán las cartas que jugamos en la vida,
será el tiempo que nos dio una oportunidad,
será que a veces, cuando te miro,
me quedo sin hablar.

miércoles, 27 de julio de 2011

Cuatro vientos

Esta noche salta a mi cabeza todo aquello que pude perdonar y no quise. Perdonar parece sencillo cuando se dice y luego no se piensa, pero cuando en ocasiones te desvela, te saca de tus sueños y te hace recordar por qué tuviste que perdonar, entonces significa que el perdón nunca ha existido. 
Inevitablemente revives situaciones de desencanto, de desilusión y decepción, solo quieres arrancar esas malas hierbas que crecen en tu memoria y que provocan unas lágrimas de frustración de pude y no quise. Un perdonar es merecido cuando el tiempo se compromete a olvidar, pero cuando el llanto del fracaso inunda tus ojos, los momentos perdonados vuelven por defecto, condenando los corazones que quedaron absueltos y que ahora, seguro, no se van a librar, de los cuatro vientos, que te despiertan, para no olvidar.

domingo, 24 de julio de 2011

La libreta

Todos tenemos una libreta, una que consideramos como "la...", y no una más. Ahí está todo, todo lo que compone, por así decirlo, tu forma de ser. Un libro que relata los pensamientos de tu persona, tus reflexiones y que trágicamente te condena a estar encerrado en una cárcel de palabras, limitado a lo que has dicho o tienes que decir. Todos hemos plasmado en la libreta lo que nuestra boca no supo decir en su momento, o simplemente hemos puesto ahí lo que ninguna caja fuerte podría guardar, dejándolo al amparo de miradas curiosas y sedientas de saber como robarte el poco juicio que piensan que tienes.
Todos hemos escrito ahí una historia, nuestra historia, la tenemos como objeto privilegiado dentro de nuestras vidas, un trozo de ti sabes que está ahí estampado porque es exactamente como quieres tu que sea. Da igual lo que hagas con ella o que pongas ahí, forma parte de ti. Yo he tenido muchas de esas, a lo largo del tiempo se me han ido llenando, pero las guardo todas como si fuesen el mejor relato que has leído.


martes, 19 de julio de 2011

Preguntas retóricas...

¿Cuántas millas he recorrido
en el camino a la eternidad?.
¿Cómo acabas con este miedo
sin tener felicidad?.
¿Dónde terminas con el sufrimiento
de vivir sin tranquilidad?.
¿Por qué el mundo perfecto
es tan difícil de explicar?.

jueves, 7 de julio de 2011

Malas ideas

Sentado, al amparo de las estrellas, apoyado en una roca llevaba toda la noche. Como si de una prolongación de su brazo se tratase, sujetaba una botella de ron añejo que cada cierto tiempo y cuando él veía oportuno, se la llevaba a los labios para beber pequeños sorbos que le mantenían con vida y caliente en la noche. Se consideraba un hombre con el corazón apretado por una mano rígida, su pesadilla de cada anochecer, que le mantenía en vela y fingiendo un mal de insomnio.
Sin animo de lucro se bañaba en cada recuerdo que le hacía feliz y le conseguía sacar la sonrisa, que parece fácil, pero ni a tiros se asomaba. Dejaba bailar a sus pensamientos haciendo de estos un mal uso y con poca coherencia se acordaba de todos aquellos a los que echaba de menos y les escribía poesías para que no le olvidasen, pero por falta de recursos, otros dicen de inteligencia, el correo nunca llegaba al afortunado dedicado. Con andares lentos y mirada desecha se le recordaba en noches como esta, aullando a una luna desaparecida, esos cuatro versos que escribía en el reverso de la botella.


Si solo me he sentido,
nadie me echará de menos.
Cuántas lágrimas brotan,
al final de cada verso.

sábado, 2 de julio de 2011

Noches de indecisión

Te hablaré de las palabras,
aquellas que no supiste escuchar,
aquellas, que en tu cabeza,
no se hicieron notar.


Escucha los silencios
que nos hacen presagiar
que lo bueno ya son restos
como tumba sin huesos.


Quédate en los portales
de la eterna indecisión.
Las cenizas solo queman
cuando se pierde el valor.



viernes, 1 de julio de 2011

Sin miedo

Sin miedo, deja la tristeza guardada
en un cajón, en un papel, en el baúl
que se ampara en la oscuridad, en el
fondo de tu corazón, donde no la puedas sentir.

Solo dime, quién te rompe los sueños
quién te arranca la realidad que desafía,
quién te quita los secretos cuando a los ojos
te mira y tu, indefensa, te escondes.

No te puedes perder por tu camino
frio, muerto, sin dolor ni compasión.
Se quedará donde todavía, por pena,
decide que es mejor estar.

No te dará palabras de ánimo,
se sentará a mirarte, con sonrisa burlona.
Se quedará a escupirte a la cara,
todo lo que deseaste tener…sola.

miércoles, 29 de junio de 2011

100 lágrimas de soledad

Son cien lágrimas de soledad
las que cuento cada noche
mirando por el cristal.

Las heridas sin sangre,
que en el alma lloran,
pues no saben hablar,
se quedaron solas.

Las voces fallecidas en la oscuridad
que se olvidaron de escribir,
que se olvidaron de narrar.

Son momentos cobardes,
que ante la valentía,
solo arden.

Los besos fugados,
que no dejaron,
de ser imaginarios.

Son poemas que piensan en ti,
Son sueños sin principio ni fin.

Mil sonrisas y miradas,
Y en el fondo, un alma amargada.

Una balada que inunda el corazón.
Problemas, que el viento, no se llevó.
Es el lamento de un alma sin amor.
La verdad de una mentira que tenía razón.

Son cien lágrimas de soledad,
las que mando callar,
cada noche, por no recordar.

sábado, 25 de junio de 2011

Palabras de amor

Me soltó una risa estruendosa y larga que se hizo notar a metros de distancia.
-ÉL, él si era un hombre de los de verdad, no esos que se ven por la calle hoy en día, ese hombre vivió su tiempo sin fortuna ni gloria, ni penas ni desengaños, pero… ooh me cortaría un dedo si te estuviese mintiendo al respecto. No habrá otro como él, era único, sencillo y grande a la vez, todo lo que sé lo aprendí de él, todo, hasta sumar y restar. Aquel hombre, siempre en primera línea de fuego, lo recuerdo como el tipo que dejaba pasar el tiempo sentado en una silla al fresco en medio del campo respirando lo que él llamaba El temps que es respira, nunca lo vi quejarse de nada, solo del amor, esa heridas de amor que a veces se le quedaban abiertas y tenía que escribir para sanarlas, y lo soltaba todo, ¿sabes?, cosas preciosas que tuve oportunidad de leer. Aún recuerdo como conseguía conquistar a cualquier mujer con esas palabras de amor que escribía en una carta y la dejaba en el buzón de la afortunada, no había una que no se rindiese a su encanto.
Coincidencia, bueno, no lo sé, pero también tocaba la guitarra y había una canción que volvía loca a cualquier mujer que la escuchara de su boca, Paraules d´amor.

Paraules d'amor senzilles i tendres.
No en sabíem més, teníem quinze anys.
No havíem tingut massa temps per aprendre'n,
tot just despertàvem del son dels infants.


Magnifico…-
En sus ojos se reflejaba la nostalgia de, como él decía, un buen hombre.

miércoles, 22 de junio de 2011

Fábulas de vida

Si piensas lo difícil que es el mundo y lo complicado que es tu mundo, sabrás que no podrás vivir en ... (silencio).


Se acercó como un ola
a los acantilados.
Se centró en lo que 
no se pudo hacer.
Todas las palabras, 
se sintieron desfallecer.


Era un marinero en el puerto,
sin zarpar.
Un viejo molino arrogante,
sin respirar.
Era la extraña golondrina,
que nunca quiso volar.


A la farola se juntaba,
todas las noches de alta-mar.
La leyenda solo explicaba
que en el cielo se hacía mirar.


Fue la piedras 
de las temidas palabras.
Fue el daño
que no hizo nada.


Al silencio se acogió
cuando disparaban las preguntas,
que no pudo esquivar,
vinieron todas juntas.


Ya sabes, era un marinero
sin mar.
Un molino sin respirar.
La extraña golondrina, que no quiso volar.

domingo, 19 de junio de 2011

El pícaro del sofá

Recuerdo a ese tipo como si fuera ayer, pelo largo y andrajoso de color no identificado, ojos verdes brillantes donde se reflejaba la luz de la lámpara más cercana y una barba de 5 días, portentosa y la cruzaban varias cicatrices de sus años de juventud, alguna movida loca en un bar a las 4 de la madrugada cuando el dueño ya mandaba a paseo a la fila que se apostaba delante de la barra. Tenía un aspecto que te embaucaba y captaba toda tu atención al instante, te hacía preguntar -¿ese tipo de gente sigue existiendo?-. Delgado y cubriendo su cuerpo una chaqueta de cuero ochentera que había tenido más vida que el propio individuo que la sostenía, un hombre de pelo en pecho y con un tatuaje, dicen, donde solo lo podían ver las chicas de las bocas de fresa como él las llama, unos pantalones semi-ajustados y unas botas de rockero auténtico. Verle así, sentado en un sofá de piel marrón en un garito de poca monta, era hacer un viaje a lo más profundo del caos o de la buena vida, depende de cómo lo pillen los rayos del sol de la mañana siguiente.
En sus manos sostenía una guitarra Strato, color blanco sucio, raspada bastante por los bordes y con el clavijero quemado de tantos cigarros, y no tan cigarros, que ha tenido que dejar en algún lado para tocar la balada del diablo. En sus arrugas se demuestra que en algún tiempo estuvo necesitado de una luz firme que alumbrase su camino y no le bastaban las parpadeantes de los moteles de carretera, no, esas les señalaba otras cosas, cosas prohibidas dice él.
Un hombre que ya ahogó todas sus penas, que se asomó varias veces al tejado de la locura y otras tantas veces se bajó de él por vértigo, que se perdió por las curvas más peligrosas y supo encontrar al final esa boca de fresa, un tipo que ha decidido despegar de una vez quemando todos sus recuerdos.
Un hombre peculiar que a veces vaga por las noches buscando la luna llena, con su vitalidad de veterano en las guerras que se libran en la oscuridad entre la conciencia y el deber. Ya ves, un alma sin pena que vaga por la vida pidiendo limosna de cariño con sonrisillas de pícaro, en definitiva, un tipo majo.

sábado, 11 de junio de 2011

Una reflexión para pensar

Hace poco un gran amigo mio me dijo una verdad con la que me quedé pensando un buen rato intentando descubrir los entresijos que podría esconder, pero solo llegué a la conclusión de que es una frase en la que cada uno la puede interpretar como quiera, del modo que quiera y sacar su propia reflexión...


"Nos levantamos felices, desayunamos enfadados y nos acostamos llorando".



domingo, 5 de junio de 2011

Canción

Si solo fuera el rencor 
el que me hace pedir perdón.
En esta vida pasan cosas
que no se me notan.

Prisionero de mis sueños,
escritor cada noche,
no hay segundo en el tiempo
que no me perdone.

¿Dónde estuve?,¿dónde ando?,
quién me trajo arrastrando
lo que no quería ver
por triste que fue.

Quizás fueron esos versos
que murieron por no hablar.
Se quedaron esos besos
sin poder abrazar.

Oye, sal, te lo pido,
no son más que tres gotas,
una a una van contando
todas mis derrotas.

Oye, sal, que no es tarde,
no quiero ver tu sombra,
si en tu silencio
te guardas lo que importa.

Oye, sal, que más quieres,
esta vida es muy corta,
cada instante que pasa, 
se escapa por mi boca.