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sábado, 11 de diciembre de 2010

Las tormentas de verano

los truenos de la noche

Un ruido me llamaba a despertarme del sueño tranquilo de las noches de verano, un trueno quería hacerse notar brillando, recorriendo el cielo muy rápido, en mitad del mar. Me asome a la ventana, y algo me dijo –haz lo que tengas que hacer-. Cogí y sin pensarlo me baje a la playa, pues el espectáculo aun seguía: rayos de colores, olas amables y la luna llena recorría y hacía correr un camino por la llanura del mar. Olores, se hicieron visibles, a cada trueno que del cielo bajaba y sentado en la arena, esperando a lo imposible que pueda ocurrir, a lo inimaginable que se pueda imaginar. Pero algo ocurría, donde estaban las nubes que tan ansiadamente me hacían pensar, que algún día, esto se podría acabar.

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