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domingo, 26 de febrero de 2012

Simplemente


Y siempre cantamos una canción,
porque la noche nos parece joven.
Y siempre nos miramos a los ojos
para que la sonrisa nos enamore.

El tiempo pasa colgado en tu cuello,
en el mío, tus brazos cruzados.
La botella se vacía a cada sorbo,
y nuestros labios se van juntando.

Para qué leer, si se puede vivir,
todo aquello que podemos soñar,
sentados juntos por la noche
en la escalera de tu portal.

Para qué reír si se puede llorar,
para qué llorar si se puede reír,
y susurrar en el silencio,
-te quiero solo a ti-.

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