Bueno,
quizás a todos ustedes tenía que decirles que uno es necio porque es incapaz de
hacerse una promesa a sí mismo, pero así es la vida, juega contigo y además se
ríe por cada pena que te recorre el rostro. Fingiré que fue una carta que
escribió mi yo del pasado. No conforme con la situación vivida, quiso cerrar el
garito donde tantas noches ha abierto sus días. Nadie me enseñó a cumplir las
normas que uno se impone a sí mismo, quizás por eso me considero un escritor
libre, dentro de lo que cabe. Quemaré esa servilleta manchada. Curaré si cabe
ese maravilloso corazón que aun que esté cansado latirá como si fuese un último
suspiro fuerte y decidido, pues no hay mejor manera de enfilar la vida cuesta
arriba.
Si mal no recuerdo, este blog de notas mentales y escritas lleva ya un año funcionando, con sus reflexiones y sus historias, y sobre todo sus poesías, porque las poesías en realidad solo sirven para ahorrarte el dinero en psiquiatras y para rellenar los trozos en blanco de tu alma.
Porque
desgraciadamente las noches a veces me suenan a esa melodía que te enamora, que
te deja prendado inevitablemente, que te saca de tus sueños para meterte en
otros. Son esas noches que se deben aprovechar, si no, se mueren, dejan de
usarse, desaparecen de nuestras vidas, se deprimen en algún rincón, lloran allá
donde vayan, y un buen día, nadie se acordará de ellas. Esa melodía, a veces
aparece, solo en las noches, solo…, cuando la luz termina.
Hace tiempo que sigo tu blog, y en serio, me encanta como escribes, ¡enhorabuena! :)
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